domingo, 25 de septiembre de 2011

HISTORIA, COLOR Y SABOR DE LAS FIESTAS DE OCTUBRE







Carlos Macías

Magdalena, Sonora
El origen de las tradicionales fiestas en honor a San Francisco Javier, la llegada de sus devotos a pie y la verbena popular se da desde la misma construcción de la Iglesia de Santa María Magdalena por el Padre Eusebio Francisco Kino en 1706, que anexo tuvo el recinto para su veneración, siendo un misterio hasta hoy, el origen de la figura y procedencia del santo acostado.
El Cronista de la ciudad, Doctor Felipe de Jesús Valenzuela Morales comentó que la veneración a San Francisco Javier fue por iniciativa del misionero Jesuita, mientras enseñaba los secretos de la agricultura y ganadería a los habitantes de la Pimería Alta.
-San Francisco Javier era el santo preferido de Kino, ya que compartían similitudes en cuando a su orden misionera y jesuita, siendo el 4 de Diciembre la fecha de celebración oficial.
Pero a la muerte de Kino en 1711 y con la fe desbordada, la llegada de los sacerdotes Franciscanos, pensaron que la celebración podía ser mejor buscando una fecha del año donde la temperatura fuera más agradable, comparada con el crudo frío decembrino, que para aquellos tiempos era adornado con nevadas constantes.
De esta manera se decidió que el día 4 de octubre, que se festeja oficialmente a San Francisco de Asís, fuera sustituido solo en este lugar, por San Francisco Javier, lo cual resultó todo un éxito, ya que el clima era el deseado, justo a la entrada del otoño, previo al frío y pasada la temporada de lluvias.
Para el historiador, uno de los misterios mayores de la devoción y las fiestas del santo patrono, sea el año en que la figura original fue traída para su veneración, pues ninguno de los eruditos en el tema afirma con exactitud, existiendo solo posibilidades de haberla traído de la capital del país, cuando acudió a una reunión, en 1696 donde le fue confirmado por las entonces autoridades eclesiásticas, que se suspendían las misiones.

FIESTA DE FE Y COLOR
Aunque para muchos, las tradicionales fiestas son una excusa para comentar exceso en la ingesta de bebidas alcohólicas y otras costumbres mayormente paganas, la enorme cantidad de personas que año con año arriban a pie desde muchas partes del estado, para pagar su promesa o manda a San Francisco Javier, supera y con mucho, cualquier intento de desprestigio.
La mayor prueba de la enorme fe, es sin lugar a dudas el paso de miles y miles de caminantes que arriban a Magdalena por los cuatro puntos cardinales para visitar el recinto donde se encuentra San Francisco Javier,
el santo acostado, no importando distancias a recorrer y mucho menos consecuencias físicas con tal de pagar la deuda.“Los que caminamos venimos con toda nuestra fe a visitar al Santo Patrono, para cumplir con la promesa o compromiso, e inmediatamente después nos regresamos a nuestro hogar, de “raite” o en camión, solo aquellos que quieren y pueden se quedan a gastar dinero, lo que no es obligatorio y pasa a segundo término” señaló José Javier caminante de Nogales.Con el paso de los años, algunos de los caminantes han acumulado experiencias que les permite asegurar que para caminar desde Nogales hasta Magdalena, utilizando la ruta de conexión por las comunidades de La Mesa y Terrenate en Imuris, San Ignacio y El Tacicuri a paso normal y sin parar, los 80 kilómetros de distancia pueden ser recorridos en 14 horas, aumentando el tiempo dependiendo de la condición física y del apoyo logístico recibido por los voluntarios que regalan agua y comida.
De acuerdo con la lógica de las autoridades municipales, confirme se acerque el día del Santo Patrono San Francisco Javier, aumentará el número de visitantes y con ello, los comercios tendrán mayores posibilidades de vender sus productos y servicios, siendo factor determinante que los días fuertes serán el lunes3 y martes 4 de octubre.
 
 
 
 
 
 
 
 

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